
El coaching personal es el arte de facilitar el desarrollo potencial de las personas para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad. En este proceso, el coach ayuda a las personas a esclarecer sus metas, ya sean personales, laborales, de relaciones afectivas, etc., y a ponerse en camino para alcanzarlas.
"Un coach personal es tu socio en el logro de objetivos personales".
¿Cómo se hace?
El coach pone su atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las distintas áreas de la persona, sea en su vida sentimental, relacional, su estado físico o la obtención de metas personales. Ayuda la persona a sacar lo mejor de sí misma y a buscar el camino que la lleva desde donde está ahora hasta donde quiere llegar. El coach ayuda a canalizar la motivación de la persona para que se convierta en un trabajo productivo. Primero se establecen las metas que se quieren conseguir, se analiza la realidad actual y se empieza a trabajar en el plan de acción para alcanzarlas.
¿A quién se dirige?
A todas las personas que quieren mejorar su calidad de vida, su liderazgo personal y sus relaciones interpersonales.
A las personas que quieren realizar un cambio personal o profesional.
A las personas, jóvenes y adultas, que quieren iniciar una carrera y/o priorizar una elección vocacional.
A las personas aquejadas de dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que atraviesan una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento, menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva con hijos o padres, etc.
A las personas que quieren mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren desarrollar su potencial creativo e intuitivo.
A las personas que quieren desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
Algunos ejemplos de los beneficios concretos del coaching personal:
Conocerse mejor, aprender a identificar el "saboteador interno" (esa voz que nos dice que no servimos para nada, que somos inútiles, o que nunca lo conseguiremos…), disfrutar del presente, aumentar la confianza, fortalecer la autoestima, gestionar mejor el tiempo, establecer prioridades para alcanzar las metas, escucharse, conseguir un mayor equilibrio entre las distintas áreas de la vida (trayectoria profesional, entorno físico, salud, familia, ocio, relaciones amorosas, dinero, desarrollo personal, amistades), mejorar la comunicación y los vínculos con los demás, reorganizar el día a día, aprovechar la vida… la lista es tan infinita como nuestras propias posibilidades.